En las islas Seychelles, el lugar donde siglos atrás los marinos pensaban que se había encontrado el Paraíso de Adán y Eva, se puede encontrar una planta insectívora llamada Nepenthes pervillei. Su aspecto es el de una curiosa y elegante copa. De hecho, en su interior hay agua pero su objetivo no es otro que ahogar insectos y digerirlos.
La pervillei produce un sutil perfume que es irresistible para los insectos. Unido al tentador olor, su atractivo color funciona como un imán y sus presas se acercan a la parte superior del ascidio, pues con ese nombre se conoce a la metamorfosis que sufre una hoja al adquirir la forma de una copa o cucurucho. Al posarse, el infortunado insecto se desliza por lo que no es otra cosa que un tobogán muy resbaladizo, sembrado de pelos dirigidos hacia abajo, colocados así para impedir cualquier esfuerzo destinado a escapar. Cuando caen al fondo los pobres no sólo se ahogan: allí les espera una tortura que para sí la hubieran querido los inquisidores medievales.
Cayetano Ávila Chivo 1ºBachillerato N
ver la noticia completa AQUÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.